REFLEXION ENERGIA CINETICA VEHICULO OCUPANTE
Tendemos a pensar que yendo a 100 kilómetros por hora, un impacto será el doble de violento que a 50. Pero en realidad será cuatro veces más violento. Esto se debe a que la energía cinética del vehículo no depende linealmente de la velocidad, sino cuadráticamente. Seguramente muchos recordéis del instituto la fórmula de la energía cinética: E = 0,5·m·v².
Por otro lado, la energía no se crea ni se destruye. La energía cinética es la que posee el vehículo por el simple hecho de estar en movimiento. Si ese movimiento se detiene bruscamente (por ejemplo, por un impacto), esa energía se tiene que convertir en 'algo'. Gran parte de esa energía se 'gasta' en convertir el coche en un amasijo de hierros.
Por el hecho de ir dentro del vehículo, los pasajeros también tienen energía cinética. Evidentemente, cuanto mayor sea la energía a disipar, más violentas serán las consecuencias. Al doble de velocidad le corresponden cuatro veces más de energía. Al triple, nueve veces más, y así sucesivamente.
Esto también tiene su influencia en la distancia de seguridad. Al frenar el coche, estamos disipando la energía cinética (fundamentalmente, a través del rozamiento con los discos de freno). Lógicamente, cuanta más energía cinética posea el vehículo, más cuesta disiparla.